El mercadillo solidario no se puede considerar como proyecto propiamente
dicho porque no se trabaja de manera sistemática. Sin embargo, tiene muchos de
los elementos de un proyecto: tiene un producto final que es la celebración del
mercadillo y la recaudación de fondos, tiene un componente social de
aprendizaje de valores, tiene un carácter interdisciplinar e integrador, y
tiene un sinfín de posibilidades de tratar contenidos del currículo. Los
contenidos que se podrían tratar son: el cálculo (precio de los productos, de
las porciones, las devoluciones de cambio, las ofertas, los descuentos...), la
escritura (las recetas de la comida, el informe de ventas, el informe de
recaudación, la publicidad del evento, la redacción de la noticia...), etc.
El día de la ciencia sí
se puede considerar un proyecto, pero sólo se aplica en las asignaturas de
ciencias y de física y química. Aunque este año se ha extendido la colaboración
a las asignaturas de filosofía, latín y francés. Con el tiempo puede que acabe
siendo un proyecto de centro.
Sin embargo, esto no deja
de ser anecdótico, la verdadera implantación del ABP debería ser una revolución
en la metodología de todo el centro y de cada uno de los profesores en la que se
pasase de un aprendizaje basado en contenidos a un aprendizaje basado en
proyectos. Para lo cual, en mi centro todavía estamos un poco inmaduros.
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