Un proyecto memorable
Memorable
fue aquel proyecto en el que se vio implicada una adolescente un tanto
sobradilla y muy independiente en la clase de matemáticas de no sé qué curso
del antiguo BUP. Y digo proyecto porque nunca llegó a materializarse en nada si
no a sentarse en grupos de cuatro durante un par de semanas. Y gracias que no
fue la cosa a mayores, porque la chica ya se veía el percal... Si no tenía
bastante con intentar pillar las matemáticas de aquel curso, encima tenía que
buscar la manera de explicárselo de un modo más facilongo a sus compañeros de
equipo que habían tirado ya la toalla en la asignatura hacía años... Claro
que... oye... aquello no era un ABP era sólo un proyecto de trabajo
cooperativo. Aunque, ¿no será el trabajo cooperativo la base fundamental del
ABP?
Sea
como fuere, el proyecto funcionó, porque se proyectó, entusiasmó, se programó,
se aplicó, se monitorizó el proceso y se abortó. Se evaluó y el resultado
fue... que nunca más se supo. ¿Fue negativo? Porque nunca llegó a ser adoptado
como metodología. ¿O fue positivo? Al fin y al cabo se sacó una conclusión muy
clara tras la puesta en marcha del proyecto. El proyecto no tenía un objetivo
adecuado para los alumnos de aquella clase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario